5 jul 2007

Volar a Sierra Nevada

Mi primo Ramón me ha enviado una interesante noticia, de esas que te distraen de la matraca política y ponen en valor toda la capacidad humana para despabilar el seso, vencer la pereza mental y acometer grandes obras. Contra lo que el Gobierno socialista nos demuestra tan a menudo, hay congéneres, de la manoseada especie "ciudadanía", que ocupan su tiempo en concebir proyectos brillantes, útiles, que salvan inconvenientes que parecían insalvables y que reportan un beneficio evidente a los demás. Emprendedores, que arriesgan sus cuartos en iniciativas favorables y de envergadura. Empresarios, que discurren los negocios desde el prisma de la rentabilidad económica y también social.

En Granada, dice la crónica de su periódico "Idealdigital", se va a construir el telecabina más largo del mundo, para unir esa ciudad con la estación de Sierra Nevada. Un transporte voladizo de 19 kilómetros de longitud y un costo de casi 74 millones de euros. Ahí es "ná". Con esta iniciativa, calculan sus promotores que unos 240.000 usuarios al año podrán desplazarse a las famosas pistas de esquí sin necesidad de mover el coche. De puerta a puerta. Para situarse en la verdadera importancia del ingenio, hay que decir que el funicular salvará desniveles de 650 metros, porteando 3000 personas a la hora, en un trayecto que durará unos 30 minutos, y que ahorrará, como saben todos los que hallan visitado Sierra Nevada en la fechas punta de cada temporada, un desplazamiento sinuoso, parsimonioso e interminable por carretera.

La idea del artefacto la han parido dos grupos empresariales granadinos y contará con la financiación de entidades bancarias de la misma provincia que, como todas, se habrán tentado previamente los créditos para lograr su concurso, teniendo en cuenta las previsiones de viabilidad, aceptación e impacto económico. Prevén que un 20% de los aficionados que visitan anualmente Sierra Nevada (1,2 millones en el último año) volarán a la nieve en este telecabina. El otro ochenta por ciento restante seguirá accediendo en procesión a la cumbre con sus vehículos. Estoy seguro que, cuando vean alzarse por encima de sus cabezas a los primeros, raudos y veloces, se apuntarán enseguida al nuevo transporte. Mi más sincera enhorabuena a los que impulsan la idea, a los que la respaldan, a los que la financian, a los que la animan, a los que la disfrutarán y a los que nos la cuentan.



Santi Lucas

1 comentario:

Anónimo dijo...

He viajado por toda europa y me he montado en muchos telefericos es una experiencia estupenda, granada se merece eso, el turismo lo va a agradecer